Casi la mitad de los trabajadores cree que va a perder su empleo por la digitalización y que supondrá mayor desigualdad social

►Distintas encuestas confirman la percepción negativa de los trabajadores españoles sobre el proceso de digitalización en el empleo. Casi la mitad de ellos no se considera capacitado y más del 60% cree que va a ser sustituido y que no se compensarán los puestos de trabajo destruidos.

►Los encuestados consideran asimismo que las nuevas tecnologías conllevarán más desigualdad social.

►UGT considera que hay que actuar ya y propone establecer un Plan de Inclusión Tecnológica; actualizar la educación a las necesidades del mercado laboral; políticas activas de empleo para formar a los trabajadores y trabajadoras en las nuevas tecnologías; crear el derecho a la formación continua; o medir el impacto en el empleo de las nuevas tecnologías, a través de la negociación colectiva.

La II Encuesta de percepción social de la innovación en España, confeccionada por la Fundación COTEC y Sigma Dos, la encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología 2018, presentada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y El Barómetro Social Observados, encuesta realizada por El Mundo, Expansión y Sigma Dos, confirman la percepción negativa de los trabajadores españoles sostienen sobre la automatización del empleo.

Así, en el estudio de COTEC, un 46,6% de los encuestados se considera incapacitado para trabajar en un ambiente con fuerte presencia de las TIC; es decir, casi la mitad de nuestra fuerza de trabajo teme que las nuevas tecnologías lo aparten de su empleo.

Este porcentaje aumenta vertiginosamente hasta el 53,4% en el caso de las mujeres, reafirmando la vulnerabilidad de las mujeres ante el desafío digital, tal y como UGT ya describió en su Informe Mujer&Tecnología, publicado en abril de 2018.
Además, se identifican otros colectivos vulnerables a este proceso de automatización del empleo, como los mayores de 45 años, o aquellos trabajadores con niveles más bajo de cualificación y educación. Por ejemplo, el 72% de las personas sin estudios primarios creen que van a perder su trabajo si se digitaliza.

Las razones que manifiestan los encuestados no difieren de informes anteriores: o existe la percepción individual de imposibilidad para adaptarse a los nuevos requerimientos digitales (50,6% de los preguntados) o no se dispone de recursos económicos para recibir la formación que paliaría estas carencias (31%).

Los tres estudios reiteran el temor de los trabajadores españoles a perder su empleo por una máquina: en el caso de COTEC, un 66% afirma que en España se destruirán muchos o bastantes puestos de trabajo al sustituirse por robots o algoritmos, mientras que en la encuesta de El Mundo y Expansión, un 60% opina que no se compensarán los puestos de trabajo destruidos por el uso de la tecnología  y, para el caso de la encuesta de FECYT, el 46% de los preguntados consideran que la robotización del trabajo representa un auténtico riesgo y otro 22% considera que entraña “algunos” riesgos.

Como consecuencia, casi la mitad de los españoles (48,8%) está de acuerdo con la frase “la tecnología aumenta la desigualdad social”. 

En resumen, la ciudadanía española asiste al proceso de automatización del empleo con suma preocupación. Se puede decir más alto, pero no más claro: mientras la mitad de los trabajadores creen que no están suficientemente preparados para adaptarse a un escenario cambiante y presidido por las nuevas tecnologías, un altísimo porcentaje cree que la maquinización del trabajo destruirá empleo y aumentará la desigualdad social.

UGT considera que lo datos son tan contundentes y clarificadores que llama a legisladores, políticos y gobernantes a ponerse inmediatamente manos a la obra para revertir esta situación.
 
El Sindicato ha propuesto una serie de medidas de acción a corto, medio y largo plazo para acompasar digitalización y calidad del empleo, en donde la formación tiene un papel primordial y prioritario. Así, UGT propone medidas esenciales a corto plazo:
 
  • Desarrollar un Plan de Inclusión Tecnológica para todas y todos.
     
  • Actualizar la Educación a las necesidades actuales del mercado de trabajo.
     
  • Implementar Políticas Activas de Empleo que formen a las trabajadoras y los trabajadores en las nuevas tecnologías.
     
  • Crear el derecho a la formación continua en el puesto de trabajo.
     
  • Medir el impacto en el empleo de las nuevas tecnologías, a través de la negociación colectiva.

Estas medidas son imprescindibles para conformar, además, un nuevo Contrato Social. Debemos aprovechar la oportunidad que nos brinda la tecnología para crear empleo sostenible y de calidad, sin dejar a nadie atrás.